Las Ursulinas, 1936

Tres distintos grupos de religiosos y religiosas deben su presencia en el Perú en parte a la persecución nazi: los Misioneros de los Sagrados Corazones, las Dominicas de Santa María Magdalena y las Ursulinas.

Como consecuencia del nacionalismo anticristiano del régimen nazi, en los años 30 existía el peligro de una inminente confiscación de colegios católicos y otras casas religiosas. En la misma época el Arzobispo Farfán extendió una invitación a las Ursulinas para que abrieran un colegio católico alemán en el Perú.

En 1936 llegaron las dos religiosas del antiguo convento de Fritzlar, Cáritas Knickenberg y Gertrudis Neugebauer, con el fin de explorar las posibilidades de llevar a cabo este proyecto. En abril de ese año abrieron el Colegio Santa Ursula en una casa privada, y en agosto llegaron tres religiosas más y una postulante. En 1941los temores de las Ursulinas se cumplieron cuando el Gobierno alemán expropió el Convento de Fritzlar, convirtiéndolo en un hospital durante la guerra. En esos años otro grupo de Ursulinas, de Erfurt, fundó un colegio en Sullana.
La idea de un colegio católico alemán tuvo acogida en Lima ya que algunas familias estimaban la cultura y la formación alemanas, de la misma manera que otras sentían aprecio por la educación francesa, británica o la norteamericana. Estas familias formaron una asociación para construir un edificio para el colegio. Entre ellas figuran las de Alberto Ulloa, Francisco Alvarez Calderón, Fritz Bauer, Guillermo Cornejo y Cristóbal de Losada y Puga.41 El propio Presidente Benavides, que no ocultó su admiración por la disciplina y el orden alemanes, envió a su hija al nuevo colegio. En 1941 comenzó a funcionar el nuevo colegio en San Isidro. La Madre Cáritas, que había regresado a Alemania para afrontar la crisis de Fritzlar, volvió como superiora en 1950. Entre otras personas importantes en los orígenes peruanos de las Ursulinas se encuentra el P. Pedro Vankann, alemán de nacionalidad, de los Padres Camilos, que fue el intermediario más importante entre las Ursulinas y el Arzobispo Farfán.
En 1955, acogiendo un llamado de la Santa Sede, las Ursulinas del convento de Lima se incorporaron a la Unión Romana de Santa Ursula, que en ese períod() abarcaba unas 180 casas en todo el mundo. Posteriormente, las madres, que habían fundado el colegio de Sullana lo entregaron a las Carmelitas de la Caridad y pasaron a formar parte del convento de Lima. Entre ellas figura la Madre Loyola Weinart, que Ilegó a ser considerada entre las Ursulinas y sus ex-alumnas como un símbolo viviente de la presencia ursulina en el Perú.

El Colegio de Santa Ursula no tardó en hallarse entre los colegios más recomendados para muchachas de las clases medias y altas.


La Iglesia en el Perú: su historia social desde la independencia Escrito por Jeffrey L. Klaiber

powered by Blogger | WordPress by Newwpthemes