Las Siervas del Inmaculado Corazón de Maria, 1922

Si la ascención al poder de Augusto B. Leguía significó un cambio de perspectiva, desde Europa hasta los Estados Unidos, este hecho tam¬bién se manifestó en la Iglesia. Ya desde el comienzo del siglo la crea¬ción del colegio marista de San José del Callao para la enseñanza del in¬glés simbolizó los cambios de los tiempos. Emilio Lissón pidió al Arzo¬bispo de Philadelphia ayuda para poder fundar otro colegio católico espe¬cializado en el idioma inglés en Lima. Con este fin en 1922 llegaron tres madres de la Congregación de las Siervas del Inmaculado Corazón de
María, fundada en 1845 para enseñar en las escuelas católicas de los Es¬tados Unidos. En 1923 fundaron «Villa María Academy» en Miraflores, y en 1928, algunas madres comenzaron a dar clases para niños pobres en San Antonio del Callao. Hasta 1944 Villa María fue co-educacional. Desde 1939 los Marianistas venían regentando su propio colegio de San¬ta María para varones, el cual mediante mutuo acuerdo, Ilegó a formar un centro paralelo y complementario a Villa María. Por su parte, en 1944 las madres inauguraron la Escuela Primaria «Inmaculado Corazón» para varones, que fue concebida como una preparación inicial para el colegio marianista. Desde 1944, los Marianistas y las Siervas compartieron tam-Wén labores en San Antonio del Callao. En 1957 las religiosas se trasla-daron a un nuevo local para las muchachas y además, durante algún tiempo, las madres enseñaron en el colegio parroquial de los Padres Car¬melitas en San Antonio. 39
Desde sus inicios, «Villa María» fue reconocido como uno de los colegios más prestigiosos en Lima, y cuando dejó de ser co-educacional, se convirtió, juntamente con los de Bel& y del Sagrado Corazón, en uno de los colegios para mujeres más elitistas. Su existencia respondió a un deseo de las clases medias y altas de aprender inglés y recibir una forma¬ción «moderna», es decir, norteamericana, fenómeno que refleja los vínculos comerciales y culturales cada vez más estrechos con los Estados Unidos. Las Siervas fueron, pues, la primera congregación estadouniden¬se en el Perú, anticipándose en muchos años a la venida de otros grupos durante y después de la Segunda Guerra Mundial. En los años 60 las madres ofrecieron cursos acelerados de inglés a otras religiosas para que entre otros motivos, los alumnos o las alumnas de sus respectivos cole¬gios no fueran a colegios de protestantes a estudiar el inglés. En 1965 Villa María se trasladó a su local actual en la Planicie. En los arms del Vaticano II había cerca de 60 religiosas de la congregación en el Perú y Chile. En 1983 el número había bajado a 40, de las que un poco menos de la mitad son peruanas.

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