La Iglesia Católica en el Perú

A Espana y a Portugal se debe la obra misional que la Iglesia realizará durante el siglo XVI en buena parte del continente americano. Esto se debe a que lo mismo «en Espana que en Portugal la Iglesia y el Estado, más que en otras partes, eran en esta época una misma cosa; y estos pueblos vivían realmente su religion, mezclando su fe con la vida de cada dia. Por esto la mezclan en todas las grandes empresas en las
que intervienen, aunque tengan un caracter puramente material»


Cuando los Reyes Católicos piden al papa Alejandro VI que les conceda las tierras recién descubiertas, le manifiestan que lo que pretenden en primer lugar es que se conviertan sus pobladores y sean educados en buenas y sanas costumbres.


En el codicilo que la reina Isabel otorga el 23 de noviembre de 1504, suplica a su esposo D. Fernando y a su hija Da Juana que «no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las dichas islas y tierra firme, ga¬nadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, mas manden que sean biers y justamente tratados y, si algún agravio han recibido, lo remedien».
Aceptaron los monarcas el compromiso y desde entonces ellos y sus sucesores, por razón del Patronato regio que habían conseguido de los papas, corrieron con los gastos que supuso el envío de misioneros, la creación de nuevas diócesis, dotación de cabildos, construcción de iglesias y catedrales, mante¬nimiento de parroquias, seminarios, escuelas y conventos, y todo lo que suponía llevar a cabo la obra misional.
Que se dieran abusos en todo el transcurso de la conquista y colonización, no hay quien pueda negarlo hoy. Sobre el caso escribe el historiador belga Van der Essen:«Se puede afirmar, hablando generalmente, que los españoles y portugueses cumplieron en gran parte el deber que les impuso el Romano Pontífice. En las leyes, decretos e instrucciones referentes al Nuevo Mundo ponen en primer término los intereses de la conversion... Los conquistadores iban deci¬didos a combatir con el hierro y el fuego a los que no acepta¬ban la fe que les predicaban, ante todo, los misioneros. Tal vez nos parezca bárbaro hoy el método, pero es necesario situarlo en el ambiente del siglo xv1, si no queremos condenarnos a no entender nada de los acontecimientos... Es justo, pues, constatar que españoles y portugueses, en virtud de sus leyes de Patronato, promovieron sin descanso la conversion e ins-trucción de los indios, establecieron una jerarquía eclesiás¬tica, crearon parroquias, protegieron a los misioneros.» De España y de Portugal llegaban estos misioneros, quienes, por razon de las encomiendas y contra los abusos de colonos, encomenderos y conquistadores, «levantaban la voz para de¬fender la vida o los derechos de las poblaciones indígenas»


H. KAMEN, La Inquisición española, tercera ed. española (Barcelona, Critica, 1979) p. 305.
FRANCISCO MARTIN, Historia de la Iglesia, II.La Oglesia en la epoca Moderna p.99 (Ediciones palabra, madrid 2005)